viernes, 21 de junio de 2013

SENTADILLA: BASE DE FUERZA Y MÚSCULO





Si hay un ejercicio que siempre ha gozado de la aprobación de los expertos en lo referente a ganar fuerza y aumentar la masa muscular, ése no es otro que la sentadilla. Sus propiedades para potenciar estas dos áreas, y como ejercicio para facilitar el acondicionamiento físico, no pueden en ningún caso ser puestas en tela de juicio. Su popularidad entre los aficionados a los hierros, sin embargo, fluctúa igual que los valores en bolsa. Aunque, para ser justos, habría que puntualizar esto: para quien se plantea el entrenamiento en serio, la sentadilla siempre tiene un lugar en su rutina; quien entrena para pasar el rato, siempre tiene una excusa para no hacerla. Y es que la sentadilla es uno de los ejercicios más duros que existen. También uno de los más efectivos.Hacer sentadilla es el modo más natural de entrenar las piernas. Cuando en el siglo XIX alguien se encontraba con una barra con pesas (de aquellas de globo que eran las únicas disponibles), en lo único que pensaba era en levantarla por encima de la cabeza. Al plantearse entrenar las piernas (ciertamente no muy frecuente en la época), lo lógico fue apoyar la barra sobre la espalda y ponerse a hacer flexiones.

Lo curioso es que estas flexiones de piernas se hacían “de puntillas”, con los talones elevados. Haciendo las cosas de tal guisa, y encima sin soportes que permitiesen cargar la barra cómodamente sobre los hombros, la carga empleada para hacer sentadilla no podía ser alta. Las cosas cambiaron cuando se vio hacer el ejercicio al emigrante alemán Henry “Milo” Steinborn. Este hombre había empezado a entrenar durante la primera Guerra Mundial, en un campo de concentración en Australia. En 1920 ganó el campeonato alemán de levantamientos en el peso pesado y un año después emigró a los Estados Unidos. Fue considerado como el hombre más fuerte de su tiempo gracias a hazañas tales como ser capaz de apañarse para cargar una barra con 250 kilos sobre sus hombros (por supuesto sin soportes), hacer sentadilla profunda con ella… ¡y volverla a dejar en el suelo!

Mark Berry fue uno de los primeros en incluir la sentadilla como ejercicio básico para potenciar el desarrollo muscular. Con ayuda de soportes, y con los pies bien apoyados sobre el suelo, sus alumnos se entrenaban con pesos que oscilaban entre 135 y 220 kilos. Corría la década de los 30 y las ganancias en peso corporal y músculo que consiguieron estos pupilos de Berry no se habían escuchado hasta entonces.

La transformación más espectacular conseguida con la sentadilla fue la llevada a cabo por Joseph Curtis Hise. Animado por los artículos de Berry, fue perfeccionando los métodos de trabajo de éste para conseguir un increíble aumento de peso. A su estatura, ligeramente por encima de 1,70 m., le habían acompañado unos 80 kilos de peso cuando empezó con su nuevo programa de sentadillas. Llegó a alcanzar nada menos que ¡135 kilos! La fórmula, evidentemente efectiva, fue: sentadilla pesada respiratoria + comida al por mayor + leche + descanso = increíble crecimiento en desarrollo muscular y fuerza.

La sentadilla es un ejercicio efectivo tanto para desarrollar músculo como para ganar fuerza. La sentadilla es válida tanto para los que consiguen resultados fácilmente como para los que nunca los consiguen. Sólo hay un problema: es un ejercicio muy duro; extremadamente duro. Además, no se puede confiar en ir adaptándose a él con el paso del tiempo; hay que ir elevando el listón a medida que esto se va produciendo. Sí, quizá me he quedado corto; conseguir resultados haciendo sentadilla implica entrenar de modo salvaje. Quien no esté dispuesto a ello haría mejor pasando a leer otro artículo.

La sentadilla respiratoria con grandes cargas es la clave de un programa compuesto mayoritariamente por ejercicios básicos. ¿Por qué? Porque trabajan siempre varios grupos musculares; incluso aunque estén localizados sobre uno concreto. ¿Qué me decís, por ejemplo, del remo? Efectivamente, es un ejercicio cuya acción se centra en la parte alta de la espalda, pero el remo no trabaja exclusivamente los dorsales. Los bíceps, antebrazos y deltoides posteriores también reciben su ración. Inclusive lumbares y piernas trabajan de modo isométrico para mantener la posición.

A cualquier persona inquieta puede surgirle la duda. “Nos está hablando usted de sistemas de entrenamiento que tienen 100 años de antigüedad. ¿No hay nada más moderno? ¿No se ha evolucionado nada en este tiempo? Resulta mucho más cómodo hacer los ejercicios en una máquina que con una barra o un par de mancuerna”.

No puedo alegar nada al respecto para quien tan sólo pretenda ir al gimnasio simplemente a entrenar un ratito, a no sudar demasiado y a, más o menos, pasarlo bien. Bueno, algo sí: que entrenar cada músculo por separado puede llevarles dos o tres horas cada día. Y quizá no todo el mundo desee estar tanto tiempo en el gimnasio y tenga cosas mejores que hacer. A quien su principal prioridad sean los resultados puedo decirle que los ejercicios básicos son los más efectivos para aumentar el volumen y la fuerza. Provocan un mayor estímulo que una batería completa de ejercicios de aislamiento.

Estando de acuerdo en este punto, es absolutamente necesario centrarse en otro esencial: la sentadilla. No me refiero a la sentadilla que se ve hacer en la mayoría de los gimnasios; de modo descuidado, sin interés, dejándose ir en la bajada, recortando el movimiento… Hay que hacer SENTADILLA: pesada, paralela, respiratoria, cada día más exigente.
Voy a ser más específico: hay que hacer 20 repeticiones de sentadilla, incluyendo dos o tres respiraciones entre cada repetición, y cada vez más pesada.

Pensar en hacer 20 repeticiones de sentadilla asusta un tanto, pero no hay que preocuparse puesto que sólo hay que hacer una serie. La alternativa, cuando el programa se prolongue más allá de seis semanas, es hacer 2 series de 15 repeticiones. Otras posibilidades pueden ser 3 series de 10 repeticiones o una de 30. La base es 1 serie de 20 repeticiones, pero como siempre hay que incorporar sentadilla al programa, es bueno buscar otras posibilidades. No hay que tener miedo a probar.

El término “pesado” es absolutamente personal. De lo que se trata es de manejar cada vez cargas mayores. Los músculos irán creciendo acorde a los estímulos que vayan recibiendo. El punto de partida es vuestra mejor serie de sentadilla para 10 repeticiones: poned el peso con que hacéis esa serie y mentalizaos de que hay que hacer 20 repeticiones. Y no, no estoy bromeando; hay que hacer 20 repeticiones. ¡Y con la técnica correcta!

Lo primero, con la barra ya cargada sobre los hombros, es fijar la vista en un punto imaginario más o menos a la altura de la cabeza. Mirar ligeramente hacia arriba (algo que vais a tener que hacer cuando las rodillas estén flexionadas) contribuye a elevar el pecho y mantener la espalda erguida, lo que hace que las piernas carguen con toda la responsabilidad en la elevación de la barra. La flexión hay que hacerla hasta que la parte superior del muslo esté paralela al suelo. Aunque me aterra el término paralelo, me consta que lo he empleado varias veces a lo largo del artículo. Si iniciáis la extensión de piernas cuando hayáis alcanzado la posición indicada, el trabajo ha sido completado y, además, le estáis quitando mucha tensión a las rodillas. Y no me gusta lo de “paralelo” porque en más de una ocasión he visto gente que me aseguraba hacer sentadilla paralela y, en cambio, lo más que bajaba era un cuarto. Otros que decían hacerla completa, a duras penas completaban una media. En cambio, nunca he visto a nadie que me dijese que hacía media sentadilla y ésta se transformase luego en completa. No es necesario bajar tanto como los halterófilos, pero sí hasta la paralela.

Los pies tienen que estar separados a la anchura de los hombros, ni más ni menos. La posición tiene que ser natural. La única lucha que debe existir en cada repetición debe ser hacerla, no tener que esforzarse en mantener una posición compleja o hacer un gesto técnico que exija años de aprendizaje. Eso está bien para los levantamientos competitivos, no para una serie de 20 repeticiones. Los pies, por supuesto, deben estar firmemente apoyados sobre el suelo. Utilizad una tabla debajo de los talones sólo si es absolutamente necesario, pero ir poco a poco prescindiendo de ella.

Ya sólo queda sacar la barra de los soportes y ponerse a hacer repeticiones. Haced dos, tres, cuatro, en una secuencia normal. Flexionad las rodillas hasta que lleguéis a la paralela e iniciad el ascenso. Controladamente, sin impulsos o movimientos balísticos. A partir de la quinta, mantened la cabeza alta y, en la posición inicial, haced dos o tres respiraciones profundas. Repetid lo mismo entre cada repetición. Ya habéis hecho diez. Tres respiraciones más, profundas, cada vez más profundas. No toméis aire exclusivamente por la nariz; abrid la boca y coged todo el que sea posible. Mantenedlo en los pulmones y aguantadlo ahí hasta que las piernas se hayan flexionado hasta la paralela. Soltad todo el aire cuando iniciéis el ascenso, ¡explotad con fuerza! Repetid el proceso en cada repetición. ¡Hay que llegar a 20! Para ello vais a necesitar todo el aire de la sala. Utilizadlo. ¿Sabéis ya por qué a esta sentadilla se le llama respiratoria? No, no es que respirar entre repeticiones quede bonito, estético, “muy técnico”; es que es imprescindible para acabar la serie. No lo hagáis y contadme después la diferencia.

Cuando la última repetición se haya completado, tumbaos en un banco plano, con una mancuerna de 10 o 15 kilos (nunca más peso) y haced 20 repeticiones de Pullover. Siempre hay que hacer pullover después de la sentadilla. Vuestro pulso está agitado y la respiración también; es el momento idóneo para incluir un ejercicio que ayude a expandir la caja torácica. Siempre con cargas ligeras.

La sentadilla es la clave del programa. Por ello hay que esforzarse en elevar las cargas cada día que os ejercitéis con ella. Si os es posible, un kilo más cada día. Seguro que podéis hacer otra serie de 20 repeticiones tras unos días de recuperación. Cuando este incremento se torne imposible de sostener, reducid los aumentos a medio kilos; o a un cuarto. Cada día que se haga sentadilla hay que subir las cargas y hay que llegar a 20 repeticiones. Podéis y debéis hacerlo. Vuestro progreso va en ello.

Aunque parezca obvio, creo que es preciso señalar que cada vez que os enfrentéis a una serie de este tipo, tenéis que poner un ayudante a cada lado de la barra y otro detrás de vosotros. No se trata de que os animen y jaleen cuando estéis en plena lucha con la carga (que por otro lado tampoco irá del todo mal), sino de que os den seguridad y os asistan por si, por alguna causa, os quedáis atascados en el fondo de alguna repetición. No se trata, simplemente, de una situación desagradable, sino de una muy peligrosa. Os puede ir la vida en ello; y os aseguro que no exagero ni un ápice. Entrenad todo lo duro que podáis… y un poco más (es la única forma en la que vais a progresar), pero emplead la cabeza y no hagáis cosas a lo loco. La actitud “macho” no es la más apropiada para aspirar a tener una carrera larga en el deporte.

Pero que la sentadilla sea la clave del programa no significa que sea lo único que hay que hacer. Es más, yo sugeriría que la dejéis prácticamente para el final de la rutina; después de ella no os van a quedar demasiadas ganas de seguir entrenando. Lo último serán ejercicios para músculos más pequeños, como los gemelos, o algún movimiento para la sección media exclusivamente con el peso corporal. Un ejemplo de programa podría ser éste:

Press militar sentado, 3x10
Press inclinado, 3x8
Remo con barra, 2x12
Curl de bíceps, 2x12
Sentadilla paralela, 1x20
Pullover con mancuerna, 1x20
Hiperextensiones, 2x20
Elevación de talones, 3x20
Encogimientos abdominales, 2x20


En los cuatro ejercicios que anteceden a la sentadilla hay que esforzarse, también, en subir las cargas tanto como sea posible. La corrección técnica de cada uno es fundamental. No son ejercicios especialmente difíciles, por lo que el único riesgo puede venir de hacerlos descuidadamente y con más peso del que nos es posible manejar. Recordad siempre que tratar de poner más peso no significa desvirtuar el movimiento.

Para los acostumbrados a trabajar desde el punto de vista exclusivamente muscular, reconozco que este tipo de rutina puede resultar cuanto menos extraño. No se debe hacer más de tres veces por semana (dos puede ser suficiente), cuando lo habitual para algunos es cuatro o cinco entrenos cada siete días. Más no es necesario puesto que con esta rutina se trabaja todo el cuerpo. Se puede echar en falta algún ejercicio para el tríceps, pero considero que con los presses es más que suficiente. De cualquier modo, ya dije que experimentar no es malo; mantened el espíritu del programa (brevedad, intensidad y sentadilla) y probad otras posibilidades. A ver que tal.

A los muy “duros” puedo hacerles una sugerencia: después del pullover, sustituid las Hiperextensiones por una serie de peso muerto con las piernas semirígidas. Una serie de 15 repeticiones con las mismas condiciones que la sentadilla paralela: “respiratorio”, incrementos periódicos de peso, etc. Hacedlo sólo un día por semana; la primera vez que entrenéis. Más sería excesivo.

Para quien todavía experimente ciertas reticencias hacia el programa, lo vea “poco culturista”, sólo le voy a hacer una petición: seis semanas. Creo que no es mucho pedir. Aseguro que quien se entregue en cuerpo y alma al trabajo durante seis semanas, va a experimentar unos cambios en fuerza y músculo como nunca antes en su vida. Después puede volver a su programa habitual, ése con el que no ha conseguido aumentar un kilo de músculo desde hace años.

Quien recuerde la fórmula de Joseph Curtis Hise (quien no, no tiene más que volver unas páginas atrás) sabrá que el siguiente ingrediente era “comida al por mayor”. No se diferencia demasiado Hise de nuestros coetáneos que quieren mejorar. Hay que comer mucho. Entrenando con esta dureza no hay otra posibilidad. Ya hace un buen puñado de años que se escribió aquello de que la principal causa del sobreentrenamiento era la escasez de nutrientes. Nadie puede pretender entrenar como un caballo de carreras y comer como un pajarillo.

La gran diferencia entre el estilo de Hise y lo actual estriba en los alimentos. Ahora los escogemos. Queremos crecer, pero no de cualquier modo. La base en la alimentación de Hise era la leche, de la que podía consumir varios litros al día. Puede haber a quien esto le siente como anillo al dedo, pero la mayoría terminará con un flotador de grasa adornando su cintura. Existen posibilidades menos peligrosas para conseguir cubrir las necesidades diarias de proteína. Como la inclusión en la dieta de un producto específico como “Pure Whey Isolate”.

La única fuente de proteína que los laboratorios ASN emplean para “Pure Whey Isolate” es el aislado de proteína de suero, que se obtiene por hidrólisis enzimática de la proteína y produce una serie de péptidos cortos predigeridos de muy fácil asimilación. Para conseguir este aislado se emplea una técnica llamada CFM, que emplea varios filtros que eliminan, entre otras sustancias no tan buenas de la leche, la lactosa y la grasa. Este sistema no altera el PH ni desnaturaliza en grado alguno la proteína.

Tomando 100 gramos de “Pure Whey Isolate” se obtienen casi 90 gramos de proteína de suero lácteo (la que tiene un valor biológico más alto) riquísima, además, en aminoácidos ramificados y en el precursor de la glutamina, el ácido glutámico. Como puede verse, es posible ingerir altas cantidades de proteína de calidad sin tener que “ahogarse” en leche, ni tomar toda la grasa que esta contiene. No hay que obtener toda la proteína de una aislado en polvo, es preciso tomar grandes cantidades de alimentos sanos y nutritivos, pero la leche puede perfectamente sustituirse por “Pure Whey Isolate” en la fórmula de Hise.

No es la única opción que ofrece ASN para conseguir un buen aporte de proteína. Para ayudaros a obtener mayor rendimiento en un programa basado en la sentadilla, consumir “Liver” es una opción muy inteligente. “Liver” son tabletas de 1500 miligramos de hígado desecado de res. El hígado es muy rico en hierro y contiene grandes cantidades de proteína sin grasa. El consumo de hígado desecado de res ha estado siempre asociado con los hombres más grandes y los levantadores más fuertes. Tomad diez tabletas de “Liver” a media mañana y otras diez a media tarde y encontraréis resultados que os dejarán sorprendidos.





Y si queréis cerrar más el círculo, cuatro tabletas de “Arginine + Ornitine” antes de acostarse, con el estómago vacío; no sólo vais a estimular la secreción de la hormona de crecimiento, sino que os van a aumentar las ganas de comer. Eso, en casos como el que nos ocupa, nunca está de más.

Me temo, sin embargo, que para los ojos de alguno estoy envejeciendo a medida que escribo más y más renglones. Sistemas de entrenamiento de la época de las cavernas, suplementos de hace un siglo… Bueno, también confío en las cosas modernas. Por ejemplo, la combinación de cinc, magnesio, y vitamina B6 (conocida como ZMA) ha demostrado ser altamente efectiva para elevar los niveles de testosterona libre, eso sí, de forma natural. Todos somos conscientes de lo que eso puede significar para aumentar la fuerza y el músculo. Los resultados se pueden potenciar tomándolo con glutamina, que es lo que hace ASN en “ZMA-Plus”, combinar el ZMA con el aminoácido más abundante en el organismo humano. Cinco cápsulas de “ZMA-Plus” antes de acostarse es la dosis adecuada para conseguir los resultados deseados.

El último ingrediente de la ecuación era el descanso, el gran despreciado. Cuando hablo con aficionados a los hierros todos me aseguran ser muy conscientes de lo importante que es descansar. En la práctica no lo son tanto. Siete horas de sueño suele ser la media habitual de la mayoría de los pesistas. Ciertamente, así es muy difícil, por no decir imposible, recuperarse de esfuerzos como los que exige emplearse a fondo en una rutina como la descrita. No voy a decir que haya que dormir obligatoriamente doce horas, porque comprendo perfectamente que queráis hacer otras cosas. Pero hacerlo entre ocho y nueve horas diarias es posible para quien se quiera quitar alguna de esas “obligaciones” superfluas que todos nos buscamos.

Ese tiempo de descanso asegura gran parte de la recuperación de los esfuerzos; el resto lo podéis completar con el consumo regular de creatina, glutamina y aminoácidos ramificados. Son las tres sustancias más efectivas que se conocen para la recuperación energética y muscular. La creatina ayuda a reponer las reservas de ATP, lo que va a contribuir a que se puedan hacer más repeticiones por serie con el mismo peso, e introduce nutrientes en la célula muscular. Con ello no sólo se consiguen congestiones mucho mayores, sino que aumenta el tamaño muscular.

Sobre todo si entre esos nutrientes van elementos constructores de músculo, aminoácidos como la glutamina y los ramificados. Del primero ya hemos hablado y puedo añadir que se trata de un aminoácido con propiedades anticatabólicas, voluminizador celular y estimulante de la secreción de la hormona del crecimiento. Los aminoácidos ramificados han adquirido su prestigio gracias a su reconocida utilidad en los procesos anabólicos y anticatabólicos, y también como productores de energía, ya que son los primeros a los que recurre el organismo cuando carece de elementos de este tipo.

Para asegurarse la suficiente cantidad de los tres lo mejor es tomar “Recup-Bol”, que en cada 100 gramos incluye 15 de creatina, otros 15 de glutamina
y 6 gramos más de ramificados. Además, se incluyen una serie de sustancias que garantizan el pleno aprovechamiento de estos nutrientes: 200 miligramos de D-pinitol, 100 miligramos de ácido alfa lipoico, picolinato de cromo y 40 gramos de carbohidratos. La recuperación y voluminización celular que se consigue tomando 50 gramos de “Recup-Bol” en ayunas y otros 50 gramos después de entrenar (con agua abundante) son muy superiores a lo que se consigue con cualquier otro producto. Tomadlo sólo durante seis semanas, a la vez que lleváis a cabo la rutina recomendada, y decidid después si podéis prescindir de él.



“Para Bill Starr, expreparador físico de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins, existen dos ejercicios insuperables para estimular el desarrollo de los músculos y la fuerza: las sentadillas y los pesos muertos. Este último movimiento trabaja los dorsales, los trapecios, los cuadriceps y los femorales de manera simultánea. Cuando se ejercita correctamente, con una posición neutra de la columna vertebral y una ligera flexión de las rodillas, recluta el máximo número de fibras musculares con el mínimo de energía. Las sentadillas, estimulan casi todos los músculos de la mitad inferior del cuerpo. Arnold Schwarzenegger afirma que un culturista jamás debe dejar de hacer sentadilla”.

martes, 18 de junio de 2013

CAFEÍNA.

¡Ya es hora de hablar de la droga más popular en el mundo entero!
Ahora que he llamado vuestra atención vamos a hablar de la cafeína. Sí, la cafeína es la droga usada más ampliamente en este planeta.
¿Qué, la cafeína una droga? ¿Quieres decir que esa inocente sustancia que todo el mundo usa para ‘despejarse’ un poco es una droga?
Sí, señoras y señores, la cafeína es un estimulante de origen natural.


Y puede tener muchos beneficios cuando se toma con moderación, especialmente en
La cafeína pertenece a un grupo de compuestos conocidos como alcaloides. Éstos son sustancias básicas que forman sales solubles en agua. La mayoría de alcaloides son sustancias cristalinas bien definidas, que se unen con los ácidos para formar sales. En las plantas pueden existir en estado libre, como sales e incluso como óxidos nitrogenados. Los alcaloides existen en 31 formas diferentes y se trata de compuestos derivados de las plantas que son tóxicos o fisiológicamente activos. Contienen una molécula de nitrógeno en un anillo heterociclíco (mirando hacia arriba).

Los alcaloides se emplean farmacológicamente como agentes del sistema nervioso central, como estimulantes, venenos, alucinógenos, analgésicos (para aliviar el dolor) y como drogas antileucémicas.
La cafeína pertenece a un grupo de compuestos alcaloides conocidos como metilxantinas, que destacan por bloquear los receptores de adenosina en el cerebro.

¡Parece que hay una abundancia de bloqueadores cerebrales estos días, vaya donde vaya! La adenosina ralentiza la actividad cerebral, aunque el modo en el que lo consigue no está bien entendido. Lo importante es que el cerebro deja de recibir adenosina, así que ésta no puede decirle al cerebro que ralentice el sistema. De esta forma la cafeína se convierte en un estimulante. Estos alcaloides metilxantinas también relajan los tejidos alrededor de las vías aéreas de los pulmones, por eso son empleados en los medicamentos broncodilatadores.

Las metilxantinas se encuentran en plantas tales como la guarana, la nuez de cola, el café, el té, los granos de cacao, la yerba maté y algunas otras.

La guarana, el té, la cola, el cacao y el café son las plantas que proporcionan cafeína.

Su habilidad para estimular el sistema nervioso central la convierte en un muy potente acelerador de la energía. La molécula de cafeína es capaz de penetrar en la célula muscular y proporcionar una fuente de energía sostenida que retrasa la fatiga. También hará que estéis más alertas, debido a que la cafeína es muy similar a la adenina (un compuesto del ATP, ADN y del AMP ciclíco).

Eso es lo que convierte a la cafeína en un estimulante de amplio alcance.

Puesto que es tan similar a la adenina se puede instalar en sus receptores, manteniendo el AMP ciclíco activo y evitando así su degradación. Cuando el AMP ciclíco se degrada el suministro de energía corporal disminuye, porque éste se produce a partir del ATP. La cafeína enseña al cuerpo a degradar las enzimas en su lugar, de forma que el suministro de AMP ciclíco permanece elevado durante más tiempo.

La cafeína se absorbe rápidamente a través del sistema digestivo y alcanza su pico de concentración en la sangre a los 60 – 90 minutos después de su consumo. Luego, la cafeína es metabolizada en el hígado produciendo una serie de metabolitos de los que algunos son expulsados del cuerpo como productos residuales. La cafeína puede permanecer en el sistema durante 24 a 48 horas, teniendo su vida media una duración de entre 4-5 horas, pero eso puede variar tanto como de 2 a 10 horas como resultado de factores genéticos, fisiológicos y medioambientales.

La dosis diaria recomendada de cafeína es de 250 miligramos, una cifra a la que se puede llegar fácilmente, porque la cafeína so sólo se encuentra en el café, un gran número de alimentos que consumimos y de medicamentos que usamos la contienen. Una taza normal de 250 mililitros de café contiene entre 100 y 125 miligramos de cafeína, dependiendo de la concentración, tipo del grano y sistema de cocción. Así que si consumís café tened cuidado porque hay muchas otras cosas que también os están aportando cafeína.

He aquí el contenido medio de cafeína de algunos productos habituales:

Taza de café (150 ml) 35 mg
Tazón de té (250 ml) 50 mg
Taza de café instantáneo (150 ml) 75 mg
Tazón de café instantáneo (250 ml) 100 mg
Taza de café brewed (150 ml) 100 mg
Lata de cola (330 ml) 30 mg
Lata de bebida estimulante 80 mg
Ración de postre de café o chocolate 30 mg
Barrita de chocolate 15 mg
Chocolate o cacao caliente 4 mg

Gracias a la capacidad de la cafeína para llegar a las células musculares, es evidente que puede ayudar a proporcionar energía extra que sustenten los músculos durante fases de entrenamiento intenso.
Ese es un beneficio tremendo. Imaginad cuánto más duras y largas pueden ser las sesiones de entrenamiento si os tomáis un par de tazas de café antes de ir al gimnasio. Dispondréis de la energía suficiente para hacer esa repetición extra. Seréis capaces de completar una serie más y tendréis el vigor para entrar en una nueva dimensión de entrenamiento y de crecimiento.

Para aquellos de vosotros que soléis realizar la actividad cardiovascular después de la sesión de pesas, un poco de cafeína os permitirá ir más rápido y durante periodos de tiempo más largos. Eso no sólo os permitirá alcanzar una mejor condición cardiovascular, sino que os ayudará a quemar mayores cantidades de grasa corporal.

La cafeína os permitirá quemar grasa incluso cuando no estáis haciendo cardio. Como ya he dicho antes, la cafeína es un estimulante y por lo tanto aumenta el ritmo al cual el cuerpo quema calorías durante la fase de reposo. Seguiréis recaudando los beneficios de la cafeína incluso mucho después de haber acabado en el gimnasio.

Además, la cafeína ha demostrado que puede quemar grasa por sí misma. Es una ayuda termogénica que promueve la lipolisis, o sea el efecto de degradación de la grasa. Como ayuda termogénica, la cafeína provoca la liberación de la hormona sensitiva a la lipasa (HSL), que es la hormona responsable de crear el ciclo de lípolisis. Éste es un proceso por el cual el cuerpo fuerza a las grasas a verterse en la circulación para servir como fuente energética.

Ahora bien, eso no significa que podáis simplemente sentaros y beber para ver como la grasa se funde y desaparece. Sólo aumenta la actividad de este sistema, no lo acelera a velocidad supersónica.

A pesar de que la eliminación de la grasa es muy importante, la cafeína puede ayudaros de otras formas mientras estáis en el gimnasio. Los estudios han demostrado que cuando a los individuos que no tomaban habitualmente café se les administraba un poco, éstos eran capaces de levantar más peso. La razón exacta por la que esto sucedía está todavía por determinar, pero el hecho permanece siendo un fenómeno bien documentado.

Hasta ahora hemos visto que la cafeína puede ayudaros a levantar más peso, a disponer de más energía y resistencia durante esas largas sesiones de entrenamiento y a quemar más grasa corporal. ¡Vaya, parece que ésta deba formar parte del régimen de entrenamiento de todo el mundo!

Bueno, como sucede con tantas otras cosas, incluidos los suplementos, la cafeína debe ser usada de forma responsable y con cuidado.

Ésta es un diurético natural. Eso significa que obliga al cuerpo a desprenderse del agua. Si alguien no está consumiendo suficiente agua, o si está realizando sesiones largas de ejercicio o corriendo, o haciendo cardio sin beber agua, podría causarle fácilmente deshidratación.



Los que tengan algún problema renal, más vale que se abstengan de la cafeína.

Esta sustancia también es ácida, de manera que debe evitarse por aquellos que tengan úlceras, o cualquier otro problema de estómago.

Los problemas cardiacos no han estado asociados con la cafeína, pero algunos estudios muestran una ligera correlación con las altas dosis de cafeína y las enfermedades de corazón. No ha sido probado que la cafeína pueda causar algún problema cardiaco, pero existe suficiente evidencia como para que la comunidad médica haya alertado sobre esa posibilidad.

Si queréis probarla y añadir un poco de fuego y fuerza a vuestra rutina, acelerar el proceso de eliminación de la grasa y mejorar vuestra alerta mental... entonces tomaos un par de cafés antes de acudir al gimnasio.

Sin embargo, emplead el sentido común y no abuséis. Tomar demasiada cafeína puede ser contraproducente y peligrosa. No tenéis que tomar tanta que vayáis corriendo de un lado a otro como un desenfrenado que se hubiese tomado una bolsa de cocaína.

Limitad la ingestión diaria a 250 miligramos y ni siquiera la probéis los días que no vayáis a entrenar.
Es bueno estar despiertos, inspirados y acelerados, pero cuidado... ¡no acabéis quemados!

el culturismo.



CAFEÍNA

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ABDOMINALES LABRADOS EN GRANITO.











viernes, 14 de junio de 2013

ABDOMINALES LABRADOS EN GRANITO.

Si hace unos cuantos años le hubiésemos preguntado al tipo de hombre medio que entrenaba en un gimnasio cual era el grupo muscular que más deseaba desarrollar, la respuesta habría sido, indudablemente, los brazos. Las cosas han ido cambiando. Y lo han hecho porque también ha cambiado la gente que acude a los gimnasios. Antes, la mayoría eran culturistas o aspiraban a serlo; ahora, lo que se pretende es estar en forma, sentirse bien. Esto no quiere decir que a nadie le estorben un buen par de brazos, pero es indiscutible que la preferencia hoy en día es la sección media, los abdominales. Normal; su apariencia es el índice más claro para demostrar si se está o no en forma.El aspecto que presentan los abdominales de cualquier persona está determinado, en primer lugar, por la genética. Somos una combinación de los genes de nuestros padres y eso es algo que, por lo menos de momento, no podemos alterar. Sin embargo, y en función de esas características heredadas, con un buen programa de entrenamiento y unos hábitos nutricionales sanos y adecuados, podemos conseguir modificar las proporciones de nuestro cuerpo, la distribución de la grasa corporal e incluso provocar su disminución.

La sección media responde al estímulo del entrenamiento de un modo bastante diferente al de otros grandes grupos musculares como las piernas, el pecho o la espalda. Estos suelen entrenarse con cargas elevadas y series relativamente cortas, pero ese sistema no sirve para los abdominales. Para estimularlos correctamente se requiere mantener un mismo gesto un número prolongado de veces, manteniendo simultáneamente la tensión en la pared abdominal durante todo el proceso de ejercitación. Sólo en casos excepcionales deben emplearse sobrecargas, ya que no son necesarias para lograr la dureza y definición deseadas. La frecuencia con que los ejercitéis y la intensidad aplicada son la clave para conseguir resultados.

Un buen programa de entrenamiento para la sección media no tiene porqué contener más de tres ejercicios, aunque, eso sí, es conveniente practicarlos a diario. El trabajo de los abdominales suele dejarse, normalmente, para el final de la sesión, lo que provoca que muchos se marchen del gimnasio antes a causa del cansancio acumulado al entrenar el resto de los grupos musculares. Si realmente queréis cincelar vuestros abdominales, hacedlos siempre al principio del entrenamiento. Es la única manera de no olvidarse de ellos.

Para entrenar los abdominales correctamente es suficiente con 15 o 20 minutos. Durante ese tiempo podéis hacer múltiples combinaciones que van a contribuir a dar variedad, lo que es importante para mantener el estímulo constante. Para confeccionar una rutina efectiva os sugeriría escoger un ejercicio que implique elevación de tronco, otro que eleve las piernas, y un tercero de giro. Aquí tenéis un pequeño repertorio para elegir.













Elevación de tronco

Encogimientos: Tumbados en el suelo, en posición supina, elevad las rodillas y mantened cruzada una sobre otra. Elevad ligeramente el tronco, aproximando la caja torácica a las caderas, tensando con fuerza los abdominales. Aguantad la posición, haciendo una contracción isométrica, durante dos segundos, para regresar posteriormente al inicio. Antes de que la espalda llegue a tocar el suelo se inicia una nueva repetición. Empezad haciendo tres series de 20 a 30 repeticiones, e ir aumentando progresivamente hasta alcanzar las 50.

Encogimiento con cuerda de rodillas: Hay que colocarse, de rodillas, cerca de una polea alta, aproximadamente a un metro. El agarre, en este caso una cuerda, debéis cogerlo con ambas manos, por los extremos. Con la cuerda agarrada llevad las manos a la altura de las clavículas y, partiendo de ahí, flexionad el tronco de modo parecido a como lo hacíais en el ejercicio anterior, tratando de juntar la caja torácica y las caderas. Se vuelve a la posición inicial, pero antes de haberla alcanzado, para mantener la contracción, se inicia una nueva repetición. Hacer tres series de 12 a 20 repeticiones, para intentar llegar poco a poco a las 30.

Elevación de piernas

Elevación de piernas colgado: Este ejercicio se puede hacer colgado en la barra de dominadas o en cualquier otro aparato que permita una fijación segura. Se levantan las piernas con las rodillas ligeramente flexionadas, hasta que estén perpendiculares al cuerpo o algo más arriba. A medida que se va completando la elevación hay que contraer fuertemente los serratos y los intercostales para que la acción sea completa. Además de la exigencia propia del ejercicio, de por sí alta, una de las dificultades que suelen surgir al principio es la tendencia a balancearse. Con un poco de práctica esto consigue evitarse. Tres series de 10 repeticiones son suficientes al principio, pero el objetivo debe ser llegar a 15 o 20. De cualquier modo, aquellos a los que resulte imposible de hacer, pueden optar por llevarlo a cabo en la tabla de abdominales o tumbado en el suelo.

Elevación de rodillas colgado: La posición inicial es idéntica a la del ejercicio anterior: colgado de una barra fija, con una separación de manos amplia que permita hacer el ejercicio con comodidad. Primeramente se flexionan las rodillas y, desde esa posición, se llevan lentamente hacia arriba. Es fundamental mantener la contracción de los abdominales en todo momento, manteniéndose arriba durante dos segundos y tensando con fuerza. Empezar con tres series de 15 repeticiones y subir progresivamente hasta las 30.

Giro

Como ejercicio de giro, para trabajar los oblicuos, puede emplearse alguno de los anteriores, bien elevando el tronco a un lado u otro, bien llevando las piernas (o rodillas) alternativamente a cada costado. Pero, desde luego, también hay ejercicios específicos de giro.

Giros sentado: Se utiliza como accesorio una pica de madera que se coloca detrás del cuello, sobre los hombros, para facilitar el giro. Sentados en el borde de un banco, lo que facilita la fijación de la pelvis y evita su movimiento, hay que girar de un lado a otro sin mover la cabeza. No hay que forzar el giro de modo tal que moleste la espalda, y hay que procurar mantener la tensión en intercostales, serratos y oblicuos durante el movimiento. Es recomendable empezar a un ritmo no demasiado elevado e ir aumentándolo poco a poco.

Aunque se pueden ir contando las repeticiones, soy partidario de hacer este ejercicio por tiempo. Empezar con dos series de dos minutos para progresar hasta una o dos de cinco.

Inclinaciones laterales con mancuerna: Hay que separar los pies un poco más que la anchura de los hombros para estabilizar la posición y no perder el equilibrio. Una mano se coloca detrás de la nuca y la otra, con el brazo extendido sobre el costado, sujeta una mancuerna. Se inclina lateralmente el cuerpo del lado que se tiene la mancuerna, para inmediatamente recuperar la posición inicial. Tras completar el número de repeticiones marcado a un lado, se cambia el peso de mano y se repite el gesto del otro lado. Tres series de 15 repeticiones son bastantes para empezar, pero hay que esforzarse en llegar hasta las 25.

Con los ejercicios descritos, tomando uno de cada grupo, se puede confeccionar un programa para la sección media muy efectivo. También pueden hacerse los tres ejercicios consecutivamente, pasando de uno a otro sin descanso, como en una especie de circuito.

Haced cada ejercicio durante un minuto y pasad después al siguiente. Si prolongáis esto durante veinte minutos, vuestros abdominales terminarán ardiendo… y estaréis perfectamente preparados para seguir con el machaque de cualquier otro grupo muscular.

El entrenamiento regular del modo que hemos descrito es el mejor modo de poner en forma la sección media. Todos, hasta esos que piensan que sus abdominales nunca podrán adquirir esa forma característica con “cuadraditos” lo pueden conseguir. Es cuestión de aplicarse en el trabajo y hacerlo en serio. Pero se trata tan solo del primer paso. El segundo es la pérdida de grasa. Si se acumula demasiado tejido adiposo en vuestra cintura, los abdominales os resultarán siempre unos perfectos desconocidos.

La pérdida de grasa no representa ningún misterio. Se trata, simplemente de aplicar el sentido común, de hacer ejercicio regularmente y seguir una dieta equilibrada.

De ejercicio ya hemos hablado, pero no lo hemos hecho sobre cómo eliminar grasa, sino para que los abdominales adquieran tono y dureza muscular. Para quemar grasa hay que elevar el gasto calórico. Eso lo vais a conseguir con el trabajo cardiovascular. Claro que el entrenamiento descrito anteriormente quema calorías, y más si se hace en circuito, pero nada comparado con lo que se puede conseguir con los aeróbicos.

Correr, montar en bicicleta, el simulador de escaleras, la máquina de esquí, una clase de aeróbic, son unas cuantas de las actividades que consumen un buen puñado de calorías y, además, van a provocar la aceleración de vuestro metabolismo con el consiguiente beneficio que ello conlleva. No hay que hacer todas. Cada uno puede hacer la que más le guste y se adapte a sus circunstancias y características (por ejemplo, no es muy apropiado que alguien de 120 kilos se dedique en exceso a la carrera; sus rodillas podrían acabar pagándolo). Un par de reglas: prolongar cada sesión entre 45 y 60 minutos y mantener las pulsaciones entre el 60% y el 80% del máximo. El número de sesiones semanales dependerá del tiempo y las necesidades de cada uno. El mínimo recomendable me parecen dos (que para muchos será más que suficiente), aunque habrá quien necesite entre cuatro y cinco.











El apartado de la dieta es el que a más gente echa para atrás, pero lamento decir que es inevitable; aunque tengáis un metabolismo privilegiado. Lo que también tengo que señalar es que no es tan fiero el león como lo pintan. Se trata de seguir una serie de principios y combinarlos según gustos y necesidades. Es la manera de conseguir que vuestro metabolismo se mantenga elevado y, de ese modo, lograr quemar las reservas de tejido adiposo.

Cada uno es responsable de la grasa que acumula. El organismo sólo responde a las demandas que se le imponen. Si coméis más de lo que consumís, ese exceso de calorías terminará convertido en grasa corporal. Para que esa grasa acumulada se vaya eliminando sólo hay una posibilidad: hacer que el consumo sea inferior al gasto.

Las vías de que disponemos para conseguirlo son dos: una aumentar el gasto, que puede hacerse mediante el ejercicio, y otra reducir el consumo. Aquí es donde la dieta juega su papel.

El error más frecuente es preparar, o pedir a alguien que la prepare, una dieta y seguirla un día tras otro y otro… hasta que hastiados o aburridos la dejamos jurando y perjurando no volver a repetir la experiencia. Evidentemente, no es el mejor modo de intentar perder grasa.
Al igual que entrenar todos los días del mismo modo anula cualquier tipo de estímulo que se le pueda ofrecer al organismo, comer de modo idéntico día tras día provoca similares resultados. Es mucho mejor probar dietas diferentes e ir alternándolas, para que los cambios constantes impidan que nos acostumbremos a ellas.

La pauta que debe seguir cada una de estas dietas es la de implicar una ingestión calórica menor que el gasto que provocamos cada día. ¿Cuánto significa esto en números? Hay diferentes fórmulas para hallar el gasto calórico con precisión, pero como suelo huir de las cosas farragosas y complicadas os voy a ofrecer una muy sencilla: multiplicad por veinte el que consideráis que debe ser vuestro peso ideal. Quien, por ejemplo, considere que su peso debe estar sobre los 75 kilos, tiene que consumir alrededor de 1500 calorías diarias. Nunca menos.

Tampoco es recomendable reducir bruscamente desde las calorías que tomáis en vuestra dieta actual hasta las de la proyectada. Hay que ir eliminándolas poco a poco hasta llegar a la cifra marcada, pero nunca comer menos de eso.

La clave para eliminar grasa y mantener la masa muscular son los elementos que componen el plan dietético. Hay diferentes propuestas sobre la proporción de los macronutrientes que deben aportar esas calorías. El nexo común es mantener bajas las grasas, aunque nunca evitarlas por completo. La controversia surge entre los carbohidratos y las proteínas.

Los nutricionistas tradicionales tienden a promover dietas altas en carbohidratos, moderadas en proteínas y bajas en grasa. Esto es útil en muchos casos, pero la experiencia nos ha enseñado que un consumo elevado de hidratos es, en la mayoría de los casos, la causa principal de los excesos de panículo adiposo que exhiben muchos de los miembros de la sociedad moderna.

Desde luego que no se le puede echar la culpa de todo a los hidratos, los restaurantes de comida rápida y los hábitos generales de esta “sociedad de la prisa” son también parte importante, pero sí es cierto que se consumen en cantidades excesivas. Y es preciso reducirlos porque si no son muy abundantes en vuestra ración diaria, el organismo se verá obligado a utilizar sus reservas para satisfacer sus necesidades energéticas.

Otra razón por la que el consumo de hidratos (y grasas) es más alto de lo debido, es que este macronutriente es muy abundante en los alimentos tradicionales. Llevar una dieta alta en proteínas de calidad es, a veces, complicado y para algunos puede resultar aburrido.

Quizá la gama no sea tan amplia como la de carbohidratos, pero si procuráis que en vuestra alimentación cotidiana no falten la ternera, el pollo, el pavo, el avestruz, el salmón, el atún, la sepia, las claras de huevo y, moderadamente, los lácteos desnatados, vais a estar dando pasos agigantados para conseguir esa transformación física que estáis buscando.

Y si, de todos modos, tenéis necesidades de aumentar la ingestión de proteína, para reducir la de carbohidratos, siempre está la alternativa fácil y rápida de recurrir a los batidos. Cada vez de mejor calidad y excelente sabor.

Es el caso de “Pure Whey Isolate”, el último aislado de proteína que ha lanzado al mercado una compañía puntera en el sector de la suplementación deportiva: ASN. “Pure Whey Isolate” es una fuente de proteína pura, predigerida, sin grasa, ni carbohidratos; solamente péptidos activos y elementos inductores del crecimiento muscular. Viene, además, en tres excelentes sabores (chocolate-canela, fresas salvajes y vainilla-limón), por lo que no tenéis excusa para seguir una dieta alta en proteína de calidad.

“Pure Whey Isolate” es un aislado de suero que se obtiene por el sistema de extracción “Cross Flow Microfiltration” (CFM). Para llevarlo a cabo se emplean una serie de filtros de cerámica de alta precisión que dan como resultado una proteína pura, sin lactosa, ni sustancias extrañas. Con este sistema de extracción se consigue una elevadísima concentración de aminoácidos ramificados, el 26%, y de glutamina, el 19%, sustancias ambas de las que ASN ha aumentado la cantidad adicionalmente, para que los que utilicen el producto tengan a su disposición tantas sustancias constructoras de músculo como sean necesarias.

Las ventajas de “Pure Whey Isolate” no acaban en esto. Conscientes de la necesidad de fortalecer el sistema inmunológico para mejorar los resultados (un organismo que no esté sano no va a poder afrontar con garantía los esfuerzos físicos exigidos), en ASN han reforzado su producto con fracciones biológicamente activas como beta lactoglobulinas, alfa lactalbúmina, glucomacropéptidos y otras. Se trata de las más activas de todas estas fracciones y su objetivo es, a la vez, muy simple y muy importante: favorecer la salud.
Como bien puede apreciarse, la alimentación tradicional no tiene, obligatoriamente, que ser el único componente de una dieta para eliminar grasa. Y los aislados de proteína en polvo no son la única opción para aportar este macronutriente a la dieta. Las barritas, concretamente las “Iso-Bar”, deben ser también tenidas muy en cuenta.

Y hago hincapié en las “Iso-Bar”, porque con sus 80 gramos (poco más de 280 calorías) vais a obtener nada menos que 35 gramos de proteína procedentes del concentrado de suero y la caseína. Son, sin ningún género de dudas, una excelente posibilidad de hacer una comida entre horas, o de reforzar la ingesta proteínica en aquella toma que se haya quedado un poco corta.

Esto se consigue sin que la cantidad de carbohidratos se dispare, ya que una “Iso-Bar” ni siquiera llega a aportar doce gramos de éstos. Además, ASN ha añadido cantidades extra de creatina, glutamina, taurina, isoflavonas y un complejo vitamínico-mineral, por lo que estamos ante un producto esencial para mantener alta la ingesta de proteínas y baja la de hidratos y grasa. En suma, un producto ideal para una dieta hiperproteica diseñada para eliminar tejido adiposo.

Es también en la suplementación nutricional donde nos encontramos con lo que se podría denominar “tercera vía” para eliminar grasa. Me refiero a la L-carnitina, una sustancia natural que, cuando se toma en las cantidades suficientes y se dan las condiciones apropiadas, resulta de gran valor para eliminar esos restos de grasa corporal que impide que vuestros abdominales se vean nítidos y claros.

Las condiciones para que esto se dé, como ya sabemos, son entrenamiento y dieta, pero para que la carnitina produzca efecto hay que acompañarla de entrenamiento aeróbico regular. Esto ya se ha propuesto a lo largo del artículo. Respecto a la cantidad a tomar, ésta puede variar de una persona a otra, pero como norma general se podría decir que un gramo tomado media hora antes del entrenamiento es una dosis efectiva para la mayoría.

Esa es la cantidad de carnitina que aporta una ampolla de “Lean Factor”. Pero ¿por qué carnitina? Pues porque los estudios que desde hace ya más de veinte años se están llevando a cabo confirman que su uso favorece que las reservas de tejido adiposo (la grasa que queremos eliminar) participe como energía cuando se hace ejercicio. En la actualidad la carnitina tiene toda la consideración de ser una sustancia efectiva para mejorar el rendimiento y eliminar grasa. Su eficacia está contrastada en actividades en los que la resistencia es la cualidad básica, ya que es cuando las reservas de ácidos grasos van a participar como fuente de energía. Es por ello que la suplementación con carnitina es importante para potenciar sus efectos. Y esto se multiplica cuando se combina con otras sustancias como colina y cafeína.

Por eso los laboratorios ASN también incluyen colina en cada ampolla de “Lean Factor”. Las investigaciones han demostrado que la colina ayuda al cuerpo a eliminar grasa, así como que su ausencia también provoca la infiltración de grasa en el hígado, que es el primer paso al fallo hepático. No es extraño, pues, que los protectores hepáticos también incluya colina en sus fórmulas.

Igual que sucede con la carnitina, el cuerpo también produce colina a través de los aminoácidos metionina y serina. Forma parte de la lecitina y el organismo la necesita para la formación de membranas celulares. Los incrementos del rendimiento físico que se pueden lograr con el uso de colina se deben que esta sustancia es la precursora de la acetilcolina, un neurotransmisor que facilita el funcionamiento muscular.

La cafeína, evidentemente, tampoco falta en “Lean Factor”. El té verde y la nuez de cola son las dos fuentes naturales de esta sustancia que se incorpora al producto. La cafeína es una sustancia habitual en los productos destinados a eliminar grasa, ya que también activa el empleo de los ácidos grasos como energía. De ese modo se preserva el glucógeno muscular, por lo que los esfuerzos pueden ser más intensos y duraderos. Otra circunstancia a favor de la cafeína es que eleva la temperatura basal, con lo que se aumenta el número de calorías quemadas como fuente de calor.

El último componente a resaltar de la fórmula de “Lean Factor” es el ácido hidroxicítrico (HCA). Su principal característica es que inhibe la acción de la enzima citrato liasa, lo que impide que el excedente de carbohidratos sea convertido en grasa corporal.

Consumir una ampolla de “Lean Factor” una hora antes de entrenar es un modo excelente de potenciar todos los efectos para eliminar grasa que se han descrito a lo largo del artículo. Tampoco quiero que nadie piense que tomar un producto es la solución a todos los problemas del exceso de grasa. Es necesario seguir todos los pasos indicados para lucir unos excelentes abdominales.

Ciertamente el camino no es fácil, pero merece la pena.


ABDOMINALES LABRADOS EN GRANITO.

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EL ENCANTO DE LOS SEIS EJERCICIOS


miércoles, 12 de junio de 2013

EL ENCANTO DE LOS SEIS EJERCICIOS

El desarrollo de los brazos siempre ha fascinado a los culturistas, sin diferencia entre los principiantes y los avanzados. Todos queremos más masa, más tríceps y más pico de bíceps.
No hay demasiados brazos espectaculares. En su día, hace medio siglo, Steve Reeves tenía unos brazos con una bonita forma. Una década más tarde Bill Pearl y Larry Scott aparecieron con unos brazos de 50 centímetros impresionantes y unos tríceps que sobresalían como los femorales. Pasó otra década y nos encontramos con los brazos enormes del siete veces Mr. Olympia Arnold Schwarzenegger. Luego vino Bertil Fox, el británico con unos cañones casi perfectos, pero que no consiguieron ganar el prestigioso trofeo Sandow. Hoy tenemos a Ronnie Coleman, Dexter Jackson y Jay Cutler, que ponen a los brazos enormes en una zona destacada del culturismo.
He visto entrenamientos de brazo desde la época de Reeves. He observado a los campeones y a los amateurs y he comprobado sus fracasos y sus éxitos. 






Los hechos
Ahondemos en la pila de estiércol que se ha formado entorno al entrenamiento de brazos. Hay cosas que no querréis conocer. Huelen mal. Tomad nota los que tenéis dificultades para crecer. Lo primero es que estamos limitados por la genética. Se necesita una buena curva y cantidad celular para aumentar el tamaño de los brazos. Este potencial no se revela hasta que se ha entrenado durante al menos un año. No lo puedes adivinar por el tamaño de las muñecas. Muchos, con unas muñecas de 18 centímetros han conseguido unos brazos de 48.

He observado que con un entrenamiento y nutrición correctos se alcanza el 90% del potencial del tamaño de brazos en cuatro años. Después, añadir masa es casi imposible sin tomar esteroides (no son recomendables) o un aumento importante de peso corporal, que hará crecer los brazos, pero también la cintura y reducirá la definición muscular.

Alimentación
Para sacar lo máximo de los músculos del brazo (y del resto del cuerpo) hay que comer cada dos o tres horas. Si pensáis que es una locura, no hace falta que sigáis leyendo porque no sois unos culturistas de verdad.

El día debe empezar y terminar con avena y claras de huevo. Podéis cocinar las claras con la avena o por separado. El resto del día tomad pequeñas comidas de pechuga de pollo, atún (en agua), granos integrales, fruta, verdura y pescado.

Todas las tomas deben contener bastante proteína. Por ejemplo, tomad una o dos pechugas de pollo, 115 o 170 gramos de pescado y una lata de atún o queso fresco. Normalmente, también ha de incluir verdura, fruta o granos, además de proteína. Recordad que debéis tomar al menos seis comidas.

Entrenamiento
Sí, el entrenamiento adecuado es importante, aunque muchos principiantes progresan con sesiones ocasionales. Sin embargo, a medida que se avanza, el entrenamiento debe ser perfecto. Hay que aprovechar al máximo el ejercicio, pero dejad que os recuerde que el mejor programa del mundo no os dará resultado si no alimentáis a los músculos de forma correcta con tomas altamente proteicas y regulares.

A lo largo de los años he llegado a la conclusión de que hay seis ejercicios de brazo (tres para los bíceps y tres para los tríceps) que han demostrado su eficacia. Existen cientos de movimientos para estos músculos, que funcionan en cierta manera, pero he elegido los seis siguientes basándome en mi experiencia y en los resultados que he observado en otros.

Series y repeticiones

Olvidad ahora mismo la intensidad del sistema heavy duty. Una o dos series hasta el fallo no os harán conseguir vuestro objetivo. Los brazos necesitan muchas series y repeticiones para hacerlos crecer. Realizad cinco series de ocho repeticiones y una última serie con 15 repeticiones para todos los ejercicios.

La forma

Hacer trampa por sistema no os servirá de nada, pero la forma estricta tampoco es la solución porque el cuerpo se acostumbra fácilmente. El estilo más eficaz está a medio camino de ambos extremos. No olvidéis la importancia de la mente. Tenéis que centraros. La concentración para esforzaros es esencial. Debéis entrenar con pasión, si no el crecimiento no será continuo.

Descansad entre series

Cuanto menos descanséis entre series, mayor será la intensidad. 45 segundos es muy poco tiempo, y cinco minutos demasiado. Si tenéis un compañero de entrenamiento el tiempo de reposo rondará los 90 segundos antes de pasar a la siguiente serie. Es un buen número tanto si os ejercitáis solos como con alguien. Los que están muy en forma y activos quizá prefieran un descanso de 60 segundos, pero menos tiempo no es recomendable.

Frecuencia

Podéis hacer crecer los brazos entrenándolos una vez por semana, pero después de cierto tiempo os podéis encontrar en un punto de estancamiento. En ese momento lo mejor es aumentar la cantidad de entrenamientos de brazos a dos cada 8 o 10 días. La frecuencia del entrenamiento suele ser una elección personal que tiene que ver con el trabajo, la escuela, la disponibilidad del gimnasio y de los compromisos familiares, así que debéis acoplar vuestras sesiones a estos factores, pero sin dejar que determinen por completo vuestros progresos.

Los mejores ejercicios de brazos del mundo

Bíceps

Curl de barra


El rey de los ejercicios de bíceps es el curl de barra. Comenzadlo con un agarre con la misma distancia que entre los hombros, con los pies bien colocados y separados. Empezad cada repetición con los brazos rectos y a los lados y con las palmas hacia delante. Subid el peso, volved a la posición inicial y repetid. Haced cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

Curl con mancuerna inclinado

Colocad la banca inclinada con un ángulo de unos 40º. Coged dos mancuernas, sentaos y elevad las mancuernas a la vez. Bajadlas y repetid. Empezad las repeticiones con los brazos estirados y mantened las palmas hacia delante. Realizad cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

Curl Scott en banca de predicador

Adoptad una posición en la que los brazos descansen sobre la banca. Coged una barra con una separación de las manos entre 30 y 37 centímetros. Empezad con los brazos rectos y subid el peso hasta la barbilla. Haced cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

Tríceps

Press de banca con barra y agarre estrecho


Este es un movimiento de tríceps de ganancia de masa. Tumbaos boca arriba en una banca plana. Coged una barra con una separación de las manos entre 30 y 35 centímetros con las palmas hacia delante. Comenzad con los brazos extendidos sobre el cuerpo. Bajad la barra hasta el esternón y subidla enseguida. Colocad los codos cerca de la cintura al bajar el peso. También debéis realizar cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

Extensión de tríceps

tumbado


Una vez más, tumbaos en una banca plana y comenzad con un agarre de unos 30 centímetros y sostened una barra a la altura de la cabeza. Doblad los brazos para bajar el peso justo por encima de la cabeza. La barra debe tocar suavemente la banca, sin hacerla rebotar, antes de volver a la posición inicial. Seguid con cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

Extensiones de tríceps en polea

Este es el ejercicio de tríceps más famoso entre los culturistas profesionales. Adoptad un agarre cómodo con una separación de las manos de 20 o 25 centímetros en la barra. Algunos prefieren situar el maneral en la parte de atrás de las manos, pero otros usan un agarre normal. Bajad la barra hasta que los brazos estén rectos. Elevad y bajad el peso con un ritmo continuo. No permitáis que los codos suban demasiado. Haced cinco series de ocho repeticiones y una de 15.

En resumen

El desarrollo de brazos es el resultado directo de vuestro compromiso con las reglas del entrenamiento de éxito. Las ganas de triunfar, además de la persistencia, es lo que necesitan los de difícil avance. Os están esperando unos brazos más musculosos y grandes. No están muy lejos. Cerrad los ojos y los podréis ver. Vuestra dedicación os reportará logros.

Estilo de vida para desarrollar los brazos

* Intentad descansar un poco después de las comidas. Elevar los pies durante 10 minutos puede ayudar.
* Dormid entre 7 y 10 horas todas las noches. Os debéis sentir cómodos con la temperatura de la habitación para recuperaros bien.
* Desempeñar un oficio manual o muy activo no es adecuado para desarrollar los brazos.
* El aumento del tamaño se consigue más fácilmente si se incrementa el peso corporal.
* Intentad que la vida a nivel profesional y personal sea lo menos estresante posible.
* Tomad un suplemento de creatina y un batido proteico para incentivar las ganancias.
La dieta constructora
* Comed seis veces al día.
* Cada toma debe contener proteína (pollo, pescado, batidos y claras de huevo) y carbohidratos complejos (avena, batata, arroz y granos integrales).
* Evitad la comida rápida.
* Consumid sólo pequeñas cantidades de grasa animal (bacón, yemas de huevo, jamón, carne roja) y carbohidratos simples (caramelos, zumo de naranja, pasteles, comida basura, caramelos y cereales).
* Comed al menos una hora antes del entrenamiento.
* Hidratad el cuerpo con al menos 10 vasos de agua al día.


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PIERDE PESO Y GANA FUERZA ¿IMPOSIBLE? AQUÍ TE ENSEÑAMOS COMO HACERLO



jueves, 6 de junio de 2013

PIERDE PESO Y GANA FUERZA ¿IMPOSIBLE? AQUÍ TE ENSEÑAMOS COMO HACERLO

Son tantos los estereotipos con los que día a día nos manejamos, que parece imposible no dejarse atrapar por ellos. Y lo más triste del asunto es que la mayoría son falsos; están apoyados en conceptos erróneos, en creencias tradicionales que han pasado de padres a hijos, pero carecen del más mínimo rigor. No hay nada que les avale, pero se creen a pies juntillas. Uno de ellos, que me molesta especialmente, es ese que asegura que no es posible ganar fuerza cuando se está siguiendo una dieta para perder peso. Ni siquiera mantenerla. 

¿Quién dice eso? ¿En que se apoya? Seguidme que vamos a repasar unos cuantos puntos que nos van a dejar muy claro que es posible perder peso, ganar fuerza y además mantener toda la masa muscular.Durante los años 70 se hizo muy famoso aquello de que el organismo humano no podía asimilar más de 30 gramos de proteína por comida. Alguien lo afirmó categóricamente (no se sabe quién), se publicó en varias revistas y todos lo creímos. Se hacían planes de alimentación con ello en mente. Si le recomendabas a alguien tomar un batido de proteína, nunca con más de treinta gramos. Hasta que hubo quien, posiblemente sin darse ni cuenta, empezó a tomar más proteína... y empezó a crecer. Se buscaron entonces aquellos estudios en los que se aseguraba que el límite de asimilación proteica por comida era el mencionado, pero nunca aparecieron. Evidentemente, porque no existían. Puede ser que en algún momento un médico afirmase algo por el estilo refiriéndose al ciudadano medio y, por asociación de ideas, se aplicó a todo el mundo. Tengo que reconocer, no obstante, que esto último no pasa de ser una mera suposición, porque tampoco ha sido encontrado ese posible documento con tal afirmación.

Algo parecido pasa con el asunto de aumentar la fuerza cuando se está perdiendo peso. ¿Quién afirma que no es posible? Puede parecer que no es necesario hacerlo, que todos lo sabemos. ¿Por qué, si no, los levantadores ganan peso para mover más kilos? ¿Por qué se limita en categorías de peso un deporte como el boxeo? Si la fuerza de los puñetazos fuese la misma con independencia del peso corporal, no sería necesario hacerlo. En ese caso, quizá fuese más equitativo dividirlos por talla. Parece no haber duda, pues: si pesas más, tienes más fuerza. ¿Hay algún estudio que así lo atestigüe?

Sí, los hay. Recuerdo uno de Thomas Mc Laughlin, un excelente biomecánico especializado en el entrenamiento de fuerza. Hizo un estudio con los tres levantamientos del powerlifting y pudo comprobar que una pérdida de peso de varios kilos afectaba fundamentalmente al press de banca, bastante menos a la sentadilla y apenas al peso muerto. ¿Es esta la razón por la que las marcas, en peso muerto, de los powerlifters de categorías intermedias están tan próximas a los de las categorías máximas?

La conclusión que yo saco del estudio de Mc Laughlin es que el descenso de los registros es proporcional al porcentaje de masa muscular perdida. Si tenemos en cuenta que se pierde peso de todo el cuerpo en general, los grupos musculares más pequeños van a perder proporcionalmente más músculo que los otros más grandes, por lo que es lógico que el press de banca se vea más afectado por la bajada de peso que el peso muerto.

La clave, a mi entender, parece meridianamente clara: no hay que perder masa muscular. Si eso se consigue, ¿qué razón hay para que no se pueda aumentar a la vez la fuerza? Hay las mismas posibilidades que en otras ocasiones en las que se intentan mejorar los récords (sin subir el peso corporal); a veces se consigue, a veces no. Si la pérdida de peso se hace correctamente, no veo impedimento en intentar añadir un 3-5% a las marcas que ya se tenían.

Perder peso

El planteamiento de un deportista en este sentido nunca debe ser el mismo que se hace el ciudadano de pie, perder peso tal cual. Eso, técnicamente hablando, es relativamente sencillo. Está al alcance de cualquiera que tenga un mínimo de fuerza de voluntad. Es cuestión de reducir el número de calorías ingeridas y punto. Y en cuanto la bajada de peso se detenga, una nueva reducción. ¡Ya está! No es necesario más. Ni siquiera hay que vigilar la composición de los alimentos. Si se toman menos calorías de las que el cuerpo necesita para mantener sus funciones, se pierde peso.

Lo que ocurre es que esto quizá pueda ser válido (aunque lo dudo) para aquellos que sólo aspiran a meterse en un traje de baño de hace una o dos temporadas. Les da igual tener un aspecto flácido y tembloroso. Lo único que cuenta es lo que diga la báscula. Para un deportista esto es absolutamente inaceptable. No puede admitirlo ni siquiera uno que, por imperativos de reglamento, tenga que dar un peso determinado.

Para el culturista, ya sea recreativo o competidor, el único peso que es admisible perder es el originado por la eliminación de grasa. El músculo cuesta mucho trabajo ganarlo; perderlo es poco menos que un sacrilegio. La dieta tiene que planteársela de un modo totalmente diferente.

Aunque ha quedado muy claro que perder peso es una simple cuestión matemática (más o menos calorías), espero que lo haya quedado también que reducir mucho la ingestión calórica no es la solución. Lo cierto es que es realmente lo contrario lo que funciona: comer más.

No me estoy volviendo loco a medida que escribo el artículo. Sé que acabo de decir que hay que reducir el número de calorías para perder peso, pero ahora estoy afirmando que hay que comer más. Exactamente, hay que hacer un mayor número de comidas. Perder grasa, que es el auténtico objetivo, precisa de un mínimo de cinco comidas diarias. Y siguiendo con los contrasentidos (para los que no están acostumbrados a este estilo de hacer las cosas), puedo asegurar que haciendo cinco comidas diarias es mucho más sencillo hacer un régimen bajo en calorías que haciendo tres. ¿Imposible? ¡Ni mucho menos!
Si nos paramos un poco a analizarlo, no es difícil encontrarle la lógica. Quien haga un desayuno abundante, pero no tome nada hasta la hora de la comida, llegará a esta con un hambre terrible, lo que le hará darse un buen atracón. Lo mismo va a ocurrir si no ingiere alimentos hasta la hora de la cena: otra buena comilona con un buen sobrante de calorías. Por el contrario, si se van haciendo pequeñas comidas cada dos horas y media o tres horas, esa sensación de hambre jamás existirá y se ingerirán únicamente las calorías necesarias.

Lo mejor de hacer pequeñas comidas con una cierta frecuencia, es que el organismo va a tener siempre a disposición los nutrientes necesarios para que en ningún caso tenga que fagocitarse, para que el catabolismo se vea reducido a la mínima expresión. El nutriente más importante para que se mantenga o aumente la masa muscular no es otro que la proteína. ¿Será por eso que se escribe constantemente que la dieta del culturista tiene que ser hiperproteica?

Las proteínas son absolutamente esenciales en la dieta de cualquier deportista, pero mucho más en aquellos que se dedican a deportes de fuerza en los que la masa muscular es de vital importancia. Las proteínas son el material con el que se forman los músculos que tanto nos afanamos en construir. Tienen una ventaja añadida, cual es que para su digestión el organismo se ve obligado a hacer un gasto calórico y a elevar la temperatura. Este efecto calor quema también calorías, lo que es una ayuda para eliminar grasa.

Para cubrir todas las necesidades diarias de proteínas es necesario que en la dieta no falte carne, pollo, pavo, huevos, atún, pescado e incluso un buen aislado de proteína en polvo.

No es fácil obtener buenas fuentes sólidas de proteína sin que vengan acompañadas de más grasa de la necesaria, por lo que este tipo de productos son de una ayuda incalculable. Además, gracias a ellos es bastante sencillo hacer una comida en esos momentos del día en que uno no se puede sentar ante la mesa para dar cuenta de un plato bien preparado en la cocina.

Para escoger uno de estos productos, recurro a la amplia gama de ASN, ya que ofrecen fórmulas excelentemente cuidadas a unos precios que hacen que en el bolsillo quede algo más que un agujero. Una excelente opción es "Whey-Tech II". En él se combinan el suero, la caseína micelar no desnaturalizada y la albúmina de huevo, tres de las fuentes proteicas más efectivas que se conocen. El resultado final es un 90% de proteína (idóneo para llevar a cabo una dieta hiperproteica) y un producto que se puede consumir en cualquier momento del día.

Otra opción, ideal para quien no quiera tomar nada de carbohidratos, es "Tri-Matrix Protein", con idénticas fuentes proteicas pero sin ninguna de carbohidratos. El contenido en proteínas es también muy elevado, entre el 80 y el 90%, y se complementa con una serie de grasas buenas que son las que completan el aporte energético del producto. Entre ellas están el aceite de lino, el aceite de onagra, el aceite de borraja, aceites de pescado o la lecitina de soja; todas ellas perfectamente válidas para realizar el aporte de grasa que en todo momento necesita el organismo. Incluso en época de dieta. Además, para que nadie se alarme, su proporción no excede del 7% del contenido total del producto.

La tercera posibilidad es "Pure Whey Isolate", sin duda uno de los mejores suplementos de proteína del mercado. Se trata de un aislado de suero dulce obtenido gracias a la tecnología de membrana cerámica, un sistema en el que se emplean diferentes filtros y que permite la obtención de una proteína purísima (sin azúcares de ningún tipo), predigerida, y con un alto porcentaje de aminoácidos ramificados y ácido glutámico. La predigestión facilita la absorción y la asimilación de los péptidos cortos en los que queda fraccionada la proteína.

También es importante saber que "Pure Whey Isolate" tiene un contenido muy alto en fracciones biológicamente activas, que son especialmente beneficiosas para la salud. No hay que olvidar que un organismo sano tiene muchas más posibilidades de rendir mejor que uno que no lo está.

Por supuesto que la elección debe hacerla cada uno en función de sus necesidades, sus preferencias y su presupuesto, pero si tenemos en cuenta que la necesidad de llevar una dieta hiperproteica cuando se quiere eliminar grasa hace muy recomendable el uso de un aislado de proteína, "Whey-Tech II", "Tri-Matrix Protein" o "Pure Whey Isolate" son una apuesta segura y hacen que el margen de error sea inexistente.
Como ya se ha podido intuir, la dieta para eliminar grasa no puede estar compuesta exclusivamente por proteínas, aunque éstas deban ser el ingrediente más abundante. Precisamente las grasas, aunque en pequeña proporción, también deben estar presentes. Por supuesto que hay que evitar las saturadas procedentes de origen animal, como los embutidos, los quesos, salsas o comidas rápidas como las hamburguesas o las pizzas. Pero es absolutamente permisible (no sólo eso, sino necesario) la inclusión de una pequeña porción de grasa no saturada como la procedente del pescado o el propio aceite de oliva.
La razón más clara para recomendar esto es el alto contenido en omega 3, unos ácidos grasos que son indispensables para el organismo y que éste no puede sintetizar a través de otros. Así que nada de erradicar las grasas de la dieta; hay que escoger las buenas, aunque en pequeñas cantidades.
La cantidad de hidratos de carbono a incluir en la dieta para eliminar grasa es la cuestión más controvertida. Los hidratos de carbono son "el combustible del organismo", el macronutriente que aporta la glucosa, nuestra principal fuente energética. Esto es así.

Imaginad por un momento lo complicado que puede ser llevar a cabo un entrenamiento de fuerza con "poca gasolina", pero el problema de utilizar altas cantidades de hidratos de carbono estriba en que su exceso favorece la secreción de insulina, una hormona que propicia la acumulación de tejido adiposo. Esto obliga a la moderación a la hora de consumir hidratos.

Los carbohidratos procedentes del arroz, la pasta o las patatas (los únicos entre los almidonados que se pueden consumir estando a dieta) hay que consumirlos con mucha moderación y preferentemente antes de entrenar. Verduras, hortalizas y alguna fruta (éstas en menor cantidad) pueden ser consumidas más a menudo, aunque sin excesos. Su contenido en vitaminas, minerales y fibra las convierte en muy recomendables. La fibra, concretamente, es útil en periodo de dieta puesto que favorece el tránsito intestinal y porque crea un efecto saciante que evita la perjudicial sensación de hambre.

Resumiendo. Una dieta para eliminar grasa tiene que estar compuesta de un número alto de pequeñas comidas (como mínimo cinco), debe ser hiperproteica (es muy recomendable complementarla con un aislado de proteínas), con un contenido pequeño (pero indispensable) en grasas insaturadas y con mucha moderación en cuanto a la cantidad de carbohidratos incluidos en ella (especialmente recomendables los fibrosos). Y, por supuesto, inevitablemente con un contenido total de calorías inferior a las que necesite el organismo para llevar a cabo sus actividades diarias. Sólo así podemos forzarle a que emplee las reservas de tejido adiposo y a preservar el muscular.

Aumentando la fuerza

¿Por qué me preocupo tanto de la fuerza si lo que importa es el músculo? Pues porque es el entrenamiento de fuerza el que estimula el aumento de la masa muscular. Muchos hablan de la congestión, pero ésta no es más que un subproducto del entrenamiento; de cualquier entrenamiento. Lo que un músculo necesita es sentirse obligado a trabajar con cargas progresivamente más pesadas, ya que ello le va a forzar a adaptarse para soportar el estrés impuesto.

¿Cómo se va a adaptar? De varios modos: haciendo el trabajo de modo más eficiente (o lo que es lo mismo, haciendo mejor los ejercicios y/o facilitando los enlaces reflejo condicionados cerebro-músculos), eliminando grasa y/o aumentando músculo. No todas son válidas para el culturista, por lo que hay que ordenar el entrenamiento en el sentido más conveniente para sus intereses.

Las proezas de fuerza se relacionan con los intentos máximos, pero no es éste el tipo de estímulo necesario para aumentar la masa muscular. Para forzar al músculo a crecer hay que hacer series de entre seis y doce repeticiones, que es el rango que provoca la hipertrofia. Es en el que me muevo todo el año. Ni siquiera en lo que se podría denominar periodo de definición contemplo hacer un mayor número de repeticiones. Si pretendo eliminar grasa, como puede ser el asunto que nos ocupa, recurro a los aeróbicos y a la dieta, pero el entrenamiento con cargas hay que emplearlo exclusivamente para aumentar el tamaño de los músculos. Para ello lo ideal son series de seis a doce repeticiones.

Que nadie pretenda tampoco seguir un programa de fuerza en ejercicios como las elevaciones laterales, las aberturas o el curl de concentración. Los únicos ejercicios que permiten una evaluación objetiva de los progresos son los básicos; sólo en ellos se puede plantear un programa con estas características. Dado, además, que se está siguiendo una dieta para perder peso, no es conveniente escoger un número elevado de ellos. Es suficiente con tres; basándose en el press inclinado, las dominadas y la sentadilla, se cubre prácticamente todo el cuerpo. Afectan a las grandes masas musculares y ejercen un efecto indirecto sobre los grupos más pequeños. Con unos cuantos complementos se trabaja el cuerpo en su totalidad.
Centrar el programa en tres ejercicios básicos permite organizar la rutina en tres sesiones semanales. No es necesario (ni bueno) entrenar más. Que a nadie se le olvide que está a dieta (en algunos casos haciendo también aeróbicos) y que la recuperación es fundamental si se quiere progresar en fuerza. Entrenar a días alternos permite concederse un mínimo de 48 horas entre entrenamientos. Aquí va un ejemplo de rutina para tres días a la semana:

RUTINA 1 / RUTINA 2 / RUTINA 3
Press inclinado, 4x6-12 / Sentadilla, 4x6-12 7 / Dominadas, 4x6-12
Press banca con manc., 3x10 / Tijeras, 3x12 / Remo a una mano, 3x12
Elevaciones laterales, 3x12 / Peso muerto piernas rectas, 3x10 / Remo al mentón, 3x10
Pájaros, 3x12 / Bíceps femoral, 3x12 / Curl de bíceps, 3x10
Press cerrado, 3x10 / Gemelo de pie, 3x15 / Curl invertido, 3x10


En los tres ejercicios principales del programa hay que empezar con, aproximadamente, un 80% del máximo anterior para 6 repeticiones. Progresivamente hay que ir incrementando las cargas: 5 kilos cada semana en la sentadilla, y 2,5 kilos en el press inclinado y las dominadas. Hay que intentar llegar en cada serie a las 12 repeticiones. Esto, claro está, no se va a poder mantener constantemente, pero los incrementos hay que seguir haciéndolos a menos que no se puedan hacer 6 repeticiones con un peso concreto. Aplicándose a fondo y haciendo las cosas como se ha indicado, sobre todo no perdiendo peso corporal muy bruscamente, puedo asegurar que tras diez o doce semanas de programa vuestro récord en cada uno de los tres ejercicios indicado se habrá incrementado en un 5% como mínimo. ¡Y perdiendo peso! ¿Sabéis lo que eso significa? Menos grasa, más músculo y una apariencia envidiable.

La inestimable ayuda de los suplementos

La pérdida de peso tiene que venir de la reducción en la ingestión calórica o del aumento del gasto, pero hay que hacer lo posible para que esos kilos eliminados procedan preferentemente de la grasa. Ya hemos repasado alguna medida que incide en ello, pero hay otra posibilidad interesante por lo segura y eficaz: el uso regular y continuado de l-carnitina.

La carnitina es la sustancia más empleada para promover el empleo de las reservas de grasa como energía. Es muy habitual en los deportes de larga duración, pero también se ha empleado con éxito en los de fuerza; sobre todo cuando es necesario ajustar el peso corporal para entrar en una categoría determinada.

En casos como éste o similares, resulta de gran ayuda tomar una ampolla de "Lean Factor" media hora antes de entrenar, o media hora antes de la comida los días que no se va al gimnasio. Y es que en este producto de ASN la carnitina es el ingrediente principal. Hay 1000 miligramos en cada vial, cantidad más que suficiente para que los ácidos grasos se quemen en las mitocondrias produciendo energía que va a permitir prolongar los esfuerzos.

Estos efectos se potencian combinando la carnitina con colina, por lo que ASN ha puesto 500 miligramos de esta última en cada monodosis de "Lean Factor". La colina favorece la capacidad de la carnitina para quemar grasa, además de prolongar sus efectos por espacio de varios días.

Eliminando grasa y aportando energía es como actúa también el ácido hidroxicítrico o HCA. Su principal característica es que evita que el exceso de carbohidratos se convierta en grasa. Esto hace que se preserven también las reservas de glucógeno, lo que permite entrenos más duros y prolongados. Una ampolla de "Lean Factor" contiene 1000 miligramos de HCA.

La fórmula se completa con té verde, nuez de cola e hidroxicitratos de calcio y potasio. Estas sustancias contribuyen también para convertir a "Lean Factor" en el producto más seguro y efectivo para eliminar la grasa corporal. Y, además, sin que su uso regular obligue a "andar subidos por las paredes" todo el día.
Y como se trata de ganar fuerza a la vez que se pierde peso (grasa), no puedo dejar de recomendar creatina, glutamina y BCAA's. El mejor producto conteniendo estas tres sustancias es "Recup-Bol", puesto que por cada 100 gramos contiene 15 gramos de creatina, 15 gramos de glutamina y 6 gramos de BCAA's. Aporta también carbohidratos del máximo índice glucémico y potenciadores de la absorción de creatina como el D-pinitol y el ácido alfalipoico.

Hay quien puede pensar que el consumo de hidratos estando a dieta no es una feliz idea, pero hay que tener en cuenta que el mejor momento para tomar "Recup-Bol" es justo después de entrenar, por lo que estos carbohidratos van a pasar a recargar los depósitos de glucógeno, nunca las reservas de tejido adiposo. 60 gramos de "Recup-Bol" disueltos en medio litro de agua y consumidos a la conclusión de una sesión de entrenamiento, son una garantía total de recuperación energética y muscular. Los días en que no se entrene, esta dosis de "Recup-Bol" hay que tomársela nada más salir de la cama.

¿Es posible perder peso y ganar fuerza a la vez? Garantizo que sí. Ciertamente no hablo de batir récords mundiales, ni de perder 20 kilos de peso a la vez que se mejora la fuer

za un 15-20%. Esto último le resulta imposible a casi todos hasta ganando peso.

De lo que hablo es de pérdidas moderadas de peso y ganancias moderadas de fuerza; ambas, combinadas, van a proporcionar un notable cambio de aspecto. A mejor, desde luego.


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ENFOQUES PRÁCTICOS PARA PROBLEMAS COMPLEJOS

martes, 4 de junio de 2013

ENFOQUES PRÁCTICOS PARA PROBLEMAS COMPLEJOS.

En culturismo existen básicamente dos problemas: ganar y perder peso.
Podemos decir que todos los enfoques y estrategias conducen a esos dos objetivos, uno es el de ganar peso magro, o sea músculo, y el otro es el de eliminar el graso, es decir la grasa.
Y aunque se trata de dos procesos bastante complejos, lo cierto es que es posible tener éxito en ambos si se abordan desde enfoques prácticos.
Después de las casi tres décadas que llevo implicado con las pesas y los deportes de fuerza, he tenido innumerables ocasiones de comprobar que casi siempre las soluciones a los problemas más complicados pasan por la aplicación de un enfoque práctico.
Y el culturismo no es una excepción.



















El perfil de los que entrenan con pesas es cada vez más amplio, pero para simplificarlo yo diría que hay los se entrenan para mejorar su condición física con vistas a mejorar su rendimiento en otros deportes y los que buscan alterar su condición y estética corporal. Y es en este caso cuando todo se reduce a ganar o perder peso.
Prácticamente la mitad de los que acuden a un gimnasio con intención de mejorar físicamente desean aumentar su peso, y la otra reducirlo.
En el primer supuesto se trata de los clásicos delgados, los llamados ectomorfos, que incapaces de aumentar su corpulencia acuden al gimnasio como último recurso para intentar adquirir más volumen corporal, pero magro o muscular, no graso, claro está.
Los otros son aquellos que no son capaces de verse libres del exceso de grasa y cansados de probar dietas y regímenes acaban acudiendo a la sala de pesas para ver si se produce el milagro de la transformación.
En teoría para ambos casos la solución es simple: los flacos han de comer más para ganar peso y los gordos menos para perderlo.
Pero claro, de la teoría a la práctica puede mediar un abismo y de hecho en ambos casos existe ese abismo.
Antes de seguir adelante es necesario subrayar que obviamente no todo se limita a esos dos supuestos, los gordos y los flacos, también existe un gran número de personas que sin caer en ninguno de esos casos, los llamados mesomorfos, los de constitución media, que sencillamente desean muscularse y alcanzar el mejor desarrollo posible de su cuerpo.
Aunque estos no tienen las mismas necesidades de incremento o reducción del peso corporal, en realidad el enfoque práctico también les resultará beneficioso para alcanzar mejor sus objetivos.
Bueno, volviendo a los gordos y los delgados, la verdad es que lo que acabo de decir es intrínsecamente cierto, si se aumentan lo suficiente las calorías todos ganan peso y si se disminuyen lo pierden, pero como seguramente ya sabéis si entráis en uno u otro grupo, a pesar de su aparente simplicidad son dos procesos bastante complejos que implican mucho más que un simple aumento o reducción calórica.
De cualquier forma en estas tres décadas, con excepción de la cantidad y variedad de suplementos alimenticios que se han desarrollado para ayudar a los cambios corporales, las herramientas básicas con las que producir esos cambios permanecen las mismas, puesto que las pesas siguen siendo iguales, un kilo de hierro sigue pesando lo mismo, y el pollo, los bistecs, las patatas o el arroz siguen sabiendo igual y teniendo los mismos valores calóricos.
Si lleváis algún tiempo entrenando en pos de transformar vuestro cuerpo sabréis ya que eso no depende exclusivamente del entreno, sino que éste es sólo un factor, importante sí, pero no decisivo.
Los cambios corporales, tanto en uno como en otro sentido, son el resultado de tres acciones concretas: el ejercicio, la alimentación y la suplementación.
Veamos cómo aplicando un enfoque práctico a cada una de ellas, es mucho más fácil y seguro alcanzar cualquiera de esos dos objetivos.

Entrenamiento práctico para los delgados

En enfoque en este caso es muy simple: hay que entrenar todo lo pesado que se pueda, pero con el menor desgaste físico posible.
Eso significa ni más ni menos que realizar sesiones breves, de no más que 30 o 45 minutos, en las que se entrene sólo un tercio del cuerpo y no hacer más de tres sesiones por semana, así se trabaja una vez todo el cuerpo en ese periodo.
Por ejemplo:

Día 1 (lunes) – Espalda, bíceps y gemelos
Día 2 (martes) – Descanso
Día 3 (miércoles) – Pecho, hombros y tríceps
Día 4 (jueves) – Descanso
Día 5 (viernes) – Cuadriceps y femorales
Días 5 – 6 (sábado y domingo) – Descanso

El esfuerzo debe concentrarse en mover todo el peso posible, de manera que las series constarán de entre cinco y ocho repeticiones.
Los grupos grandes recibirán de 8 a 10 series y los pequeños de 5 a 7.
En ese sentido es mejor escoger ejercicios que afecten a varios grupos musculares para que estimulen un mayor crecimiento, por eso los idóneos son los compuestos.
Con eso bastará, no os compliquéis más la vida, porque en cuanto al entrenamiento esta rutina es la clave, máxima estimulación muscular con el mínimo desgaste energético y físico.
Podría aportar datos científicos que apoyan y justifican la eficacia de esta rutina, pero no hace falta, basta con que os asegure que en tres décadas su efectividad ha sido comprobada una y otra vez, cientos, miles de veces, con resultados a veces asombrosos.
Y ¿sabéis por qué funciona? Porque es de sentido común. El delgado no puede permitirse excederse en su desgaste físico y esperar ganar peso, eso va contra su naturaleza, por tanto ha de estimular los músculos con el mínimo dispendio energético, porque si no se recupera de la sesión no puede esperar ganar ni un sólo gramo.





Enfoque práctico de alimentación para los delgados

Lo llevo diciendo años y años: ¿queréis aumentar de peso? ¡Pues comed más!
Supongo que es de sentido común, nada puede resultar más obvio que eso. No obstante, hay que matizar varios puntos.
Primero, para que el cuerpo sintetice más tejido tiene que tener materia prima con qué hacerlo y ésta la aportan los alimentos, así que es esencial procurar elevar el nivel de nutrientes que éste pueda utilizar. Sin embargo, un problema común en los delgados es su poca capacidad de absorción, de manera que si realizan una gran comida la mayor parte de ésta será desaprovechada y pérdida.
Por consiguiente uno de los métodos más sencillos es comer raciones más pequeñas con una frecuencia de unas tres horas, para que el cuerpo disponga constantemente de sustancias alimenticias.
Puede que al principio os sea difícil mantener esa periodicidad, pero con un poco de voluntad y constancia pronto no representará ningún problema, al contrario, comprobaréis que el cuerpo os lo pide.
Como he dicho, no se trata de hacer una comilona cada tres horas, sino de añadir entre las comidas habituales un tentempié para que de esa forma no transcurra mucho tiempo sin que el cuerpo reciba nutrientes, algo absolutamente detrimental en el caso de los flacos que quieren ganar peso.
El tipo de alimentos que han de componer el menú tiene también su relevancia. Éstos han de ser ricos en proteínas y carbohidratos, e incluir grasas saludables, como carnes, huevos, pescados, verduras, legumbres, pastas y cereales, frutos secos, etcétera.


Enfoque práctico de suplementación para los delgados

Es bien cierto que las pesas no han cambiado, como tampoco lo han hecho los alimentos en sí, pero no se puede decir lo mismo de los suplementos.
Éstos no sólo han crecido en variedad sino en calidad. Antes sólo teníamos vitaminas, levadura de cerveza, tabletas de hígado desecado y proteína, procedente de la soja y más tarde de la leche y el huevo.
La cosa ha variado sustancialmente y para mejor.
En el caso de los ectomorfos, o delgados, su primer requisito es aumentar el número de nutrientes que su cuerpo maneja y para eso los complementos son realmente útiles para ganar peso, puesto que es más fácil beber las calorías que comerlas.
Por eso un batido constituye una ayuda excepcional para este grupo, que gracias a eso puede saborear una deliciosa bebida con sabor a cacao, vainilla, fresa, coco, etcétera, al tiempo que suministra a su organismo las calorías y proteínas que éste necesita para crecer. Pero también es imprescindible lograr que el cuerpo sea capaz de absorber lo que ingiere.
Es ahora cuando podemos dar gracia a la ciencia que ha puesto a nuestra disposición ayudas ergogénicas que hace tan sólo una década no podíamos ni imaginar.
Existen numerosos suplementos en el mercado que pueden ser una buena ayuda para mejorar el estado nutricional, como vitamínicos, proteínicos y energéticos, pero desde hace poco tiempo que existe una posibilidad aún mejor: los ergocéuticos.
Se trata de ayudas ergogénicas de gran actividad metabólica y endocrina, que además que alimentar, en algún caso, sobre todo activan los mecanismos naturales del propio cuerpo para ganar masa o desprenderse de la grasa.
Son fórmulas científicamente elaboradas por el grupo Future Concepts, capaces de acentuar acciones muy concretas, algunas esenciales cuando se quiere ganar peso muscular.

WP R10 favorece la síntesis muscular

El WP R 10 es un preparado en polvo para confeccionar con él una bebida. Posee un fuerte contenido nutricional ya que aporta más del 55% de proteínas, un 30% de carbohidratos y un 7% de grasas. Su objetivo es suministrar al cuerpo todos los elementos alimenticios indispensables para favorecer el crecimiento muscular. Se puede ingerir en cualquier momento del día, especialmente entre comidas y su fórmula contiene más de 30 compuestos diferentes.
En el apartado de las proteínas se incluyen tres fuentes distintas, del suero se emplea el concentrado y un aislado muy especial del concentrado sérico rico en fracciones péptidas de gran relevancia, además de la caseina y el huevo. Con esa mezcla se obtiene un aporte de proteínas de liberación gradual, rápida y sostenida.
Los carbohidratos son complejos, las maltodextrinas, para ir suministrando energía de forma controlada en el tiempo y no afectar en exceso la secreción de insulina, porque son de bajo índice glucémico.
Tres son también las fuentes de ácidos grasos esenciales, los omega 3, los triglicéridos de cadena media, MCT, y el ácido linoleico conjugado, CLA. Hay que subrayar que todos ellos fomentan la adquisición de masa magra mientras que, al mismo tiempo, fomentan la eliminación de las grasas.
Además de los tres macronutrientes esenciales el WP R 10 contiene numerosas sustancias de gran importancia para los ectomorfos, como son las enzimas digestivas, o agentes que favorecen la absorción y otros la metabolización de las proteínas y aminoácidos.
Asimismo otros compuestos impiden la conversión de los carbohidratos en grasa, estimulan la energía mental, impiden el catabolismo a la vez que aceleran el anabolismo. Por último incluye vitaminas y minerales para favorecer los muchos procesos orgánicos en los que están involucrados como cofactores y coenzimas.
Un batido entre comidas puede hacer maravillas por elevar el peso magro de los ectomorfos, porque aporta los materiales esenciales a la construcción del músculo, así como la activación de los procesos endocrinos que la llevan a cabo.

WP P 11 mejora la recuperación y acelera la regeneración

El WP P 11 es muy similar en su composición nutricional al WP R 10, pero así como éste último se puede utilizar en cualquier momento, el WP P 11 está concebido para usarse exclusivamente después de entrenar y por ello presenta notables modificaciones en su composición, para adecuarse a las condiciones específicas que se dan en ese momento.
Justo después de concluir una sesión de duro entrenamiento el cuerpo acelera transitoriamente todos sus mecanismos de sobrecompensación en vistas de recuperar las sustancias pérdidas y se apresta a la reconstrucción de sus estructuras. Eso es lo primero y siempre antecede al crecimiento, de manera que de su conclusión depende que la hipertrofia se produzca o no.
Por lo tanto, los músculos primero se recuperan y luego crecen.
En el WP P 11 no hay proteínas lentas porque tras el entrenamiento el objetivo es aprovechar la aceleración temporal de la absorción y síntesis que se produce, por eso sólo incluye el aislado del suero. Los carbohidratos corren la misma suerte, porque a su vez con los músculos vacíos de glucógeno se precisan aquellos que no necesitan digestión y puedan pasar enseguida a la sangre, como la dextrosa, que además tiene un índice glucémico de 100 y produce un pico de insulina, muy necesaria ahora porque esta hormona es el transportador natural de los nutrientes y el agente que activa la gluconeogénesis.
La ayuda de otros compuestos, como el ácido alfalipoico, favorecen la actividad y secreción de insulina, así como otros elementos actúan elevando los niveles de las hormonas anabólicas como la testosterona, el IGF 1 y la hormona del crecimiento, mientras que otros se incluyen para frenar la excesiva producción de cortisol, hormona catabólica, que se eleva tras el esfuerzo prolongado o intenso.
Para fomentar las acciones de reparación en este ergocéutico se incluyen moléculas que ayudan en la regeneración de los tejidos articulares, del hígado y unos muy poderosos antioxidantes para evitar los daños celulares que producen los radicales libres.
El empleo de este ergocéutico después de cada entreno constituye la mejor manera de recuperarse del esfuerzo y dar el primer paso para acelerar el crecimiento de los músculos.
Es absolutamente esencial para que los ectomorfos se recuperen y crezcan.

AB 18 aumenta la absorción de lo que se ingiere

El AB 18 constituye el único amplificador de la absorción que existe y es posiblemente la mejor ayuda para que los delgados dejen de serlo. No se trata de un suplemento de enzimas digestivas, no, es algo muy distinto, puesto que no actúa en el sistema gástrico sino a un nivel metabólico muy superior.
En este ergocéutico absolutamente singular se incluyen numerosos compuestos destinados a aumentar la absorción que el organismo es capaz de hacer a nivel de las paredes intestinales, también de las vellosidades que se proyectan desde esas paredes y además también incluye un elemento que ejerce sus acciones en el hígado, donde inhibe un importante citocromo que es el encargado de destruir y volver inerte numerosas sustancias.
Una sola cápsula de AB 18 hará que durante horas vuestro organismo absorba mucho más de los alimentos o suplementos que ingiráis.
No es exagerado afirmar que en un gran porcentaje los ectomorfos lo son como consecuencia de su escasa capacidad de absorción y con sólo mejorarla pueden incrementar muy sustancialmente su peso corporal.




Más volumen y fuerza por medio de la hidratación celular

El CRS 086 es el único preparado diseñado exclusivamente para fomentar la hidratación celular. Más de las tres cuartas partes de nuestro organismo están constituidas por agua, eso es especialmente válido para los músculos, por eso el aumento de agua intracelular, o sea en el interior de las células, implica un incremento casi instantáneo del volumen muscular así como de la fuerza de palanca.
El CRS 086 esta constituido por todos los elementos que favorecen la absorción de agua por las células, y con ellos Future Concepts ha diseñado una fórmula de vanguardia que llena las fibras musculares de agua y aporta una fuerza y un volumen enormes casi desde las primeras administraciones.
Por los elementos que lo componen, este ergocéutico aporta además un fuerte impulso de energía que sirve para prepararse antes de una dura sesión, mantener la intensidad durante la misma y recuperarse después.
Se puede emplear antes, durante y después del entrenamiento. En el primer caso se aconseja beber una cuarta parte si creéis que os faltarán las fuerzas para abordar una dura sesión, se puede beber otro cuarto si veis que durante el esfuerzo notáis un bajón y reservad la mayor parte para el final para acelerar la recuperación y favorecer más aun la hidratación celular.
Este ergocéutico puede ser lo más rápido y eficaz en el caso de los ectomorfos para aumentar de peso y de fuerza de forma rápida, por medio de la hidratación muscular.

Enfoque práctico de entrenamiento para eliminar el exceso de peso

Los que están pasados de kilos y llevan encima una excesiva cantidad de grasa, darían lo que fuera por verla desaparecer, sin embargo a la hora de ejercitarse es muy simple.
Al revés de los delgados que deben limitar al máximo la cantidad de ejercicio para poder ganar peso, aquí es conveniente hacer más actividad física porque ésta consume calorías y por tanto contribuye a reducir los depósitos de grasa.
Para empezar digamos que hay que diferenciar dos tipos de ejercicio, el que sirve propiamente para desarrollar la musculatura y el que incide más directamente sobre la eliminación del tejido adiposo.
En cuanto al primero, la rutina ha de ser simple, dividid el cuerpo en cuatro sesiones y entrenad esos mismos días por semana.
Incluid un ejercicio básico por grupo, con el fin de utilizar mucho peso y que sirva para estimular la hipertrofia y luego añadid dos más de los de tipo aislamiento, si se trata de uno grande y uno más cuando sea un grupo pequeño.
En el primer ejercicio haced cinco series de entre cinco y ocho repeticiones con tanto peso como os sea posible, dentro de la ejecución correcta del movimiento, y luego pasad a los complementarios, en los que haréis también de cuatro a cinco series de cada pero con un número de repeticiones más elevado, entre 12 y 15.
Con este enfoque aumentaréis la masa con el primer movimiento y lo refinaréis y daréis forma con los otros complementarios, al tiempo que restáis adiposidad y acentuáis su definición.
Los endomorfos, o los que tienen gran facilidad para engordarse, poseen una mayor tolerancia al desgaste y mayores reservas calóricas, así que hay que aprovechar para emplearlas en favor de la estimulación del músculo.
Sin embargo, hay un tipo de ejercicio indicado específicamente para acelerar la pérdida del tejido adiposo, se trata del aeróbico, ese que es de naturaleza de moderada intensidad, pero que puede mantenerse por un espacio relativamente largo de tiempo. Por ejemplo, la bicicleta, la marcha rápida, el footing, la máquina de subir escaleras, la de remo, etcétera.
El truco está en mantenerse activo durante entre 30 y 60 minutos a un ritmo que provoque la transpiración y altere la respiración, pero no tanto como que no permita que podamos hablar. Un ritmo superior no sólo no se podrá sostener el suficiente tiempo, sino que agotará el glucógeno de los músculos, algo que no interesa, y si es muy bajo no servirá para el propósito de fundir los depósitos grasientos.
Así que realizad de tres a cinco sesiones de estas por semana, separadas del entrenamiento de pesas, o a su conclusión, y veréis como perdéis el exceso de peso a marchas forzadas.

Enfoque práctico de alimentación para eliminar la grasa

A la hora de comer para definir tampoco hay grandes problemas, si usamos el sentido común.
Hay dos tipos de alimentos a evitar a toda costa, los grasos y los azucarados. Para adelgazar no tenéis forzosamente que pasar hambre, de hecho eso sería negativo porque el cuerpo comenzaría a quemar el músculo y a preservar la grasa.
Así que estableced una dieta en la que se incluyan las tres comidas principales y al menos dos o tres más, todas ellas serán más bien frugales.
En cuanto a la composición de éstas aseguraos de que consten de proteínas limpias en su mayor parte, seguidas por carbohidratos fibrosos, reduciendo al máximo los feculentos o almidonados y eliminando los grasos.
Por ejemplo, consumid sin problemas pechugas de pollo, pavo o carne de avestruz, claras de huevo, pescados y no abuséis de las carnes de res magras. No tengáis problemas con las ensaladas, las verduras, las hortalizas y los copos de avena, pero consumid con moderación las legumbres, el arroz y los cereales y evitad las grasas animales, las pizzas, los embutidos y conservas, las salsas, cualquier producto de bollería, el pan blanco, las patatas, el arroz blanco, las pastas, los refrescos, los lácteos, las frutas si no son cítricas, y sus zumos, las mermeladas y cualquier alimento con azúcar, etcétera.

TH 101 elimina la grasa y activa el metabolismo

El TH 101 es en realidad un acelerador metabólico concebido para mejorar la función de la tiroides y con ella activar del metabolismo.
Su composición de extrema complejidad incluye doce ingredientes, los cuales están cuidadosamente mezclados, por la sinergia que los unos ejercen con los otros, amplificando así sus acciones.
Un grupo de compuestos favorece la producción natural de hormonas tiroideas, otro grupo activa los receptores beta adrenérgicos beta 3 y facilita la termogénesis o aumento de la temperatura corporal, y otros elementos activan los procesos de energía por medio de la producción de adrenalina.
Los resultados actúan en diversos frentes ya que con el empleo del TH 101 se aumenta la eliminación del tejido adiposo, así como se asegura la síntesis de nuevos tejidos magros, se evita la retención excesiva de líquidos, se acelera el metabolismo, al tiempo que se incrementa la producción de energía libre de azúcares y se preserva la masa muscular.
Es un ergocéutico con numerosas aplicaciones tanto en épocas de dieta de volumen como de definición, pero para los que se tapan con facilidad constituye una herramienta inigualable para desprenderse del tejido adiposo.


Incrementar la producción hormonal significa más músculo y menos grasa

El TEST RF 05 y El GP 01 han sido creados única y exclusivamente para favorecer la secreción y metabolización de la testosterona y hormona del crecimiento.
El primero sólo contiene ingredientes botánicos de los cuales tres se ocupan de estimular una mayor secreción de testosterona, mientras que por su lado cada uno de los otros tres ejercen acciones distintas, como son impedir la conversión en estrógenos, por el efecto de la aromatización. También se evita la transformación de testosterona en DHT, un metabolito de ésta que produce efectos no deseables y por último otro ingrediente se ocupa de liberar la hormona de una proteína sanguínea, la SHBG, que al adherírsele la vuelve irreconocible por sus receptores y por lo tanto inoperante.
Este ergocéutico se utiliza media hora antes de entrenar y por la mañana al levantarse los días en que no hay entreno, y además se utiliza en ciclos de cinco días por semana, seis a ocho seguidas, por tres o cuatro de descanso, la mitad del tiempo de uso.
Por su lado el GP 01 afecta principalmente a la hormona del crecimiento y se emplea disuelto en agua al acostarse, de preferencia un par de horas después de la cena.
La mayor producción natural de hormona del crecimiento se produce precisamente aproximadamente una hora después de caer dormidos, por eso con la ayuda del GP 01 se puede conseguir una secreción nocturna mucho mayor, para con ello facilitar las tareas de reconstrucción y crecimiento de los músculos.
Esta hormona se caracteriza porque su función primordial es el anabolismo de los tejidos y la secundaria es la degradación del tejido graso, es decir que aumenta la definición.
Al mismo tiempo este ergocéutico nocturno contiene tres elementos que han puesto de manifiesto en varios estudios científicos su capacidad de elevar la producción endógena de testosterona. El GP 01 favorece un descanso reparador y aumenta las acciones de anabolismo nocturno.
Se administra al acostarse los días de entrenamiento y también los de descanso, durante ocho semanas tras las cuales se descansa dos o tres, antes de volver a iniciar el ciclo.
Adoptad enfoques prácticos y alcanzaréis vuestros objetivos físicos más fácilmente
Todos sabemos que aumentar kilos de músculo no es fácil, sobre todo para aquellos de tendencias ectomorfas o delgados, como tampoco resulta sencillo eliminar la grasa cuando el metabolismo para empeñada en que engordemos con un vaso de agua.


Sin embargo, y partiendo de la base de que los milagros no existen, si adoptáis enfoques prácticos para cada problema, os aseguro que los resultados pueden llegar a ser sorprendentes.



ENFOQUES PRÁCTICOS PARA PROBLEMAS COMPLEJOS.

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